domingo, 22 de marzo de 2009

CONCIERTO PARA 6500 MILLONES DE VOCES -- ENSAYO SOBRE LA GLOBALIZACION


Publicacion EDICIONES ALFAR 2008.
Coleccion ALFAR UNIVERSIDAD nº156
Prólogo

Si decimos que la causa de la muerte de Giordano Bruno fue ser quemado vivo en una pira, no necesitamos mencionar la ley universal de que todos los seres vivos mueren cuando son expuestos a un calor intenso. Pero nuestra explicación causal implica tácitamente esta ley.
(Ciencias teóricas e históricas.Karl R. Popper. Penn, Buckinghamshire, 1.957.)

No es la materia la que rige el mundo sino un elemento dinámico y psíquico.
(Les forces Naturelles inconnues. C.Flammarion) 1.907

La curiosidad, y sobre todo la sospechosa simplificación que nuestros guías espirituales, insignes políticos y doctos comunicadores hacen para analizar las desventuras que aquejan a la humanidad, invita a profundizar en el conocimiento de las sociedades actuales, sus aspiraciones, y los mecanismos que las mantienen beligerantes para superar las condiciones de agravio en el que se sienten sumidas, o para defender la legitimidad de sus posiciones de relativo privilegio. La situación coyuntural y las reglas que determinan el comportamiento de los hombres, los contextos culturales, los tipos de gobierno, la división del pensamiento en compartimentos estancos, el carácter voluble de la conducta humana, admiten una visión del mundo distinta para cada cual, según le ha tocado vivir, en contraposición con sus deseos. Esta visión general para la observación y el estudio, el necesario enfoque holístico, es la única acepción que posee a priori el término globalización, desafortunado cajón de sastre en el que avispados negociantes han metido el reto de ahormar la forma del mundo a sus ambiciones.

--- Acude al recuerdo la imagen del globo terráqueo en manos de El Gran Dictador. (Charles Chaplin, 1940)

La ilusión que a todos nos mueve induce a creer que la vastedad del campo de estudio, unida a la diversidad de contrariedades que aquejan al mundo, permite, con la sola buena disposición, aportar algo al patrimonio de la humanidad en este campo. Craso error: La única feliz idea capaz de aportar un solo grano al progreso de la humanidad es el estudio y la reflexión. Los abusos de poder, la falta de entendimiento entre culturas y civilizaciones, el yugo que imponen los imperios a los pobres y desheredados de la Tierra, las formas de gobierno al uso y abuso, la era del conocimiento y la información utilizados con exclusivos fines especulativos, el olvidado espíritu de las leyes que nos gobiernan, la progresiva secularización del pensamiento, para general disgusto de quienes creen que pensar por cuenta propia es un atrevimiento de resultado incierto, son materias conocidas, desgranadas y meticulosamente analizadas en su progresión por científicos, pensadores, foros políticos, universitarios y religiosos, comerciantes, banqueros y poetas. Ello desanima a pensar que la razón existe y la verdad se conoce, mas aquellos llamados por la fortuna a administrar estos preciados valores tal parece que vivan confinados en vitrinas bajo llave, como porcelanas de Lladró, dado que los efectos beneficiosos de libertad y respeto mutuo, en todas las épocas ensalzados, no aparecen, no se diseminan, o no enraízan en la condición humana.
Frente a la primera frustración por el desencanto que produce saber que todo o casi todo está dicho, nace la esperanza de saber que mucho queda por hacer, puesto que la agrupación de voluntades solidarias emergida a lo largo de los 30.000 años de civilización contrastada que llevamos en la cuenta, no surte los efectos deseados; estaría acaso todo por descubrir si planteáramos la necesidad de crear un hombre nuevo, nacido a imagen y semejanza de los tiempos que nos anuncia la carrera imparable del progreso en todos los campos de la ciencia y la tecnología, un hombre “global”, estructurado a partir de todos los ingredientes de poder y sabiduría que le confieran propiedades de superhombre, o bien adoptar, por generalización, cualquiera de los modelos utópicos o de inspiración sobrenatural que se nos presentan como dechados de perfección. Pero este planteamiento es sobradamente conocido y ha dado lugar a no pocas aberraciones: La clase de individuos distinguidos por su superioridad excluye a los que no pertenecen, y supone un irritante lastre que en ocasiones ha justificado la eliminación de los débiles.
Hemos de volver la mirada a la citada segunda esperanza y aceptar que la humanidad la componemos muchos, distintos y juntos, fuertes, débiles, semianalfabetos y despistados, y conducir nuestro empeño para que, sin dejar de ser quienes somos, las fórmulas corrientes de entendimiento sean suficientes para aproximar nuestras diferencias y enrasar nuestras desigualdades: Nacer libres merece un proyecto de vida, que no de supervivencia acomodada a un origen y un destino impuestos por mandato o necesidad. La receta tampoco es nueva y suele ser tachada de herética o decadente, aceptando que muchas veces la ventaja, la anticipación en el empleo de la fuerza y un disciplinado espíritu patriotero, han dado como resultado brillantes imperios y sociedades opulentas, o al menos sumisas. Pero esta tercera vía obligaría a redactar el correspondiente manifiesto utópico para la “revolución global” correspondiente, tarea que se escapa de las humildes aspiraciones de este trabajo.

Para abordar cualquier materia de interés general, el abigarrado alud de conocimientos e información, y la situación de cambio permanente en el mundo, hacen difícil dar forma a cualquiera de sus aspectos por simples razones de demarcación, más aún cuando la materia estudiada sugiere más preguntas que posibles soluciones, y las respuestas no satisfacen plenamente todos los enunciados. La investigación sobre el comportamiento humano tiene graves limitaciones porque la predicción no puede alcanzar el status de estudio científico: Los muros ya no se caen al toque de unas cuantas trompetas, en tanto el análisis social predictivo continúa en manos de agoreros. También cabe pensar que el empleo de fórmulas magistrales para resolver el drama del hombre, en cualquiera de los aspectos de su complejidad y matices, ataca el concepto de sociedad entendido como sistema de convivencia abierto y dinámico, porque le pone puertas y cerrojos, razón por la cual es precavido admitir que cada conclusión de las que aquí se exponen accede a un universo con diferentes leyes de gobierno, y de su aplicación un orden distinto por defender, combatir o declarar falso.
La globalización, como fenómeno aparecido, ideología en ciernes, fórmula magistral o paradigma de la socialización de los problemas del hombre, ha adquirido, aún antes de tener una definición precisa, un predicamento, a modo de cajón de sastre, al que los habitantes de cualquier parte del mundo acarrean sus demandas, deseos y estrategias, con la esperanza de que en la cima de una lejana montaña, o en el fondo de los pensamientos diminutos de un humilde ciudadano, aparezca la solución a los graves problemas de supervivencia que aquejan a la humanidad, o el poder necesario para, en su defecto, tenerlos bajo control. De este impacto deriva la motivación que a todos seduce, la dificultad que entraña su caracterización y las muchas preguntas que sugiere: Estudiar el alcance de la globalización supone recorrer un panorama que va, desde las acepciones que ha generado en el lenguaje vulgar, hasta la definición interesada que muchos pretenden dar al asunto.
Como planteamiento, tiene dos formulaciones: La globalización es un hecho incontestable e inevitable del progreso, o bien una hipótesis de trabajo con la que perseguir la evolución de las sociedades actuales. Ambas vías son posibles y no excluyentes, y su prospección provoca una catarata de preguntas con muy pocas respuestas generalizables, razón que explica la desigual proporción en la que se reparte el número de enunciados analizados y las pocas soluciones que aporta nuestro análisis de la situación.
Dada la imposibilidad de crear un modelo que, de acuerdo con el Principio de variedad, abarque la complejidad del sistema objeto de estudio, la aproximación ha de ayudarse de modelos o simulaciones que fijen algunas de las variables, utilizados como herramientas para mejor discernimiento. En la sociedad caben supuestos de incertidumbre, aleatoriedad o mutaciones puntuales que no es posible analizar porque llevados a idénticos escenarios no alcanzan los mismos resultados. Desde un punto de vista global, para saber lo que va a suceder hay que esperar que suceda, y pocos esquemas de principio consiguen ajustarse a la realidad consecuente: Comportamiento fractal, leyes de recursividad o asimilación a estados de plasma ayudan, a grandes rasgos y con graves limitaciones, a promover el análisis en este campo. Cuanto mayor sea el grado de confinamiento de un sistema más predecible será su comportamiento, pero este principio aleja cualquier prototipo del natural dinamismo de la realidad social, y no menos de la variabilidad en el plano individual, más allegada a la lógica multievaluada que a la clásica. Haciendo uso de diferentes metodologías propuestas por la Teoría de sistemas, la Biónica o la Holónica, hemos planteado un breve examen de los principales agentes inductores de la evolución de los colectivos humanos en calidad de factores de comunicación: La política, la religión, las civilizaciones, el equilibrio con el medio, la demografía, la ciencia, la cultura, la economía y los procesos sociales, para concluir si la globalización es posible, necesaria, útil, o metafísicamente imposible de definir.
¿Cuál es la respuesta? El hombre tiene la facultad, independiente de su origen y su destino, cualesquiera que estos se consideren, de promover proyectos de convivencia capaces de perfeccionar los de mera supervivencia. Esto quiere decir que la respuesta la llevamos dentro, y la sociedad que nos soporta se mueve con nuestros impulsos aunque a veces llamemos predestinación a los resultados.
Son muchos los peligros que amenazan al hombre del siglo XXI a la hora de hacer pública y notoria su visión crítica sobre la sociedad que le rodea: Desde las ciencias se ha dado en considerar un logro la homogeneización estadística del pensamiento, ideólogos y teólogos se afanan en desarrollar nuevas teorías para el control de estos parámetros que nos igualan (o desigualan) a sus ojos, lo cual nos convierte en elementos potencialmente clasificables, en tanto los psicólogos, filósofos y humanistas presumen de rigor científico capaz de someter a la humanidad a un acondicionamiento programado, o se refugian tras un parapeto dogmático que deja toda crítica fuera del tiesto y a todo disidente convertido en un elemento inclasificable. Resultando que al mismo tiempo somos clasificables e inclasificables por culpa de ya sabemos, La globalización, como tantos otros retos históricos, “es un montón de interrogantes a los que hemos de dar respuesta antes de que hombres de negocios sin escrúpulos, visionarios, mitómanos o salvapatrias impongan las suyas, y agrupen o dividan el mundo según su particular conveniencia”. (*)
Sobre la información, y poco más, que proporciona este trabajo, se eleva la ambiciosa intención de promover el estímulo capaz de conseguir que cada cual busque sus significados, de modo que entre todos recobremos la olvidada afición a preguntar el porqué de las cosas. Esta pretensión sí es generalizable y pertenece a las propiedades atribuibles al hombre, luego es “global” por definición. Por algo se empieza.

(*).-La razón de contar la conclusión final por anticipado no es otra que poner sobre aviso a quienes ya poseen respuestas al caso y ahorrarles el esfuerzo de seguir leyendo.

--- Nota en defensa del Ensayo:
Tras no pocas dudas, este trabajo se presenta agrupado en forma de ensayo, atendiendo a su definición vulgar: “Ensayo es un escrito en el que se aborda una materia de forma parcial, sin la extensión ni el cuerpo de un tratado”.
Otras consideraciones demandadas por el lector habitual son:
§ La exigencia de que el ensayo ha de ofrecer una visión crítica personal del ensayista.
§ La validez alternativa y precisa de la opinión vertida, en tanto ha de alejarse de forma equidistante del trabajo científico riguroso y de la ficción literaria.
§ La búsqueda de calidad, expresada en términos de aproximación a los conceptos anteriores, como obra literaria con aspiración de ser entendida, y al mismo tiempo veraz y contrastable en las fuentes, diáfana en las opiniones, y abierta.
Obra abierta significa, en este caso, evolutiva e inconclusa.